Actualmente hay en España 15.500 kilómetros de autopistas y autovías (el 10% de la red nacional de carreteras), que soportan más de la mitad (55%) del trafico nacional por carretera, segúnel Ministerio de Fomento. En 2018 se registraron en estas vías 343 fallecidos (82 en autopistas, 241 en autovías) y 1.012 heridos graves (271/741), según estadísticas de la DGT.
Similares
Ambas tienen similares características en construcción, normas que las rigen, vehículos autorizados y forma de circular. Son las vías interurbanas con el límite de velocidad máxima permitido más alto (120 km/h), un factor determinante en la siniestralidad.
En estas vías está prohibida la circulación de los vehículos más lentos (ciclomotores, tracción animal, personas con movilidad reducida…) y de peatones. La única excepción son los ciclistas, que tienen prohibida la entrada a las autopistas pero sí pueden hacer uso de las autovías cuando no existe otro itinerario alternativo.
Distancia segura
La alta velocidad determina también la forma de circular en ellas. “La distancia de seguridad es fundamental cuando circulamos por autopistas y autovías. El aumento de la velocidad media de circulación respecto a la ciudad y a otras vías interurbanas hace fundamental que el conductor cambie el ‘chip’ y alargue el espacio de seguridad entre vehículos”, explica Juan Ignacio Serena, jefe de área de Formación de Conductores de la DGT.
Igualmente, las altas velocidades exigen prudencia al circular. Así, se hace imprescindible cumplir con la norma de circular por el carril más a la derecha y usar el resto para adelantar, con el fin de evitar peligrosas situaciones de riesgo. Y la concentración y la observación para anticiparse a situaciones comprometidas, ya sea en adelantamientos, incorporaciones o salidas.
Maniobras
Las salidas y entradas son dos maniobras fundamentales para adecuar la velocidad al acceder o abandonarlas sin causar molestias a los que ya circulan dentro.
En autopistas y autovías están completamente prohibidas las maniobras que pueden provocar gran peligro a la circulación: cambio de sentido, marcha atrás, parada y estacionamiento solo deben realizarse en los lugares habilitados para ello.
Emergencias
En el caso de producirse una emergencia que obligue a circular a velocidad anormalmente reducida –menos de 60 km/h–, el conductor deberá abandonar la autopista/autovía por la siguiente salida.
Pero si el coche dice ‘basta’ y no haya más remedio que inmovilizarlo, es obligatorio señalizar su presencia con la luz de emergencia y un triángulo por detrás a 50 metros de distancia, visible a 100 metros, y ningún pasajero deberá transitar por la calzada.